Seguidores

viernes, 9 de diciembre de 2011

Hasta tu ausencia es visible.

Intento evitar las lágrimas, pero por primera vez en mucho tiempo no lo consigo. Fueron dos. Grandes, torrenciales, que se abocaron en mis ojos con un gran contenido de dolor y resbalaron por las mejillas vencidas tanto por la caída como por su tamaño y peso.
No me limpio la cara y sigo quieta con un gran nudo en la garganta, no puedo evitarlo...
Así eran las peores noches de toda mi vida porque me habían quitado la mejor cosa que había tenido en mi vida. Dichosas lágrimas...
Me cuesta aceptar haber perdido.

1 comentario:

  1. dios fantastica entrada te sigo :DD
    sigueme porfavor:)
    http://mariastrich.blogspot.com/

    ResponderEliminar